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Los uniformes a partir de 1811

Publicado en Historia
19 Febrero 2012 by

Al comenzar el año 1811, según la revista de inspección pasada por el Brigadier Manglano en Mohías el 19 de enero de 1811 al Regimiento de Villaviciosa –que había regresado de Extremadura el año anterior–, tanto el cuadro como los escasos efectivos que lo componían, aún seguían vestidos con el uniforme blanco que les había sido entregado en Pola de Siero el 1º de agosto de 1809.

El 28 de febrero de 1811 el mariscal de campo D. Francisco Javier Losada, Comandante General en 2º de las Armas del Principado de Asturias, pone en conocimiento de la Junta Superior haber recibido orden del General en Jefe del 6º Ejército para acantonar a las tropas entre los ríos Navia y Eo para proceder al arreglo y reorganización de los cuerpos asturianos que deberían integrar parte del citado 6º Ejército[1].

La Junta Superior de Gobierno, en sesión celebrada en Mohías el 2 de marzo de 1811 da cuenta de un escrito presentado por el conde de Toreno, fechado en Cádiz el 8 de enero de este mismo año, en el que, entre otras cosas, dice: «.... he logrado para el Exercito de esa Provincia 200,, piezas de paño, forros correspondientes y doce mil varas de lienzo para camisas...». Al mismo tiempo, expresa «... no estando aún dispuesto ni enfardado la aprestación de la salida del buque [se trataba de la fragata de guerra Venganza] impide que vaya esto a su bordo... ». La Junta acuerda pasar oficio al ministro general de la Real Hacienda para que avise de la llegada de los géneros.

El 29 de marzo de 1811 la Junta eleva al Ministro de la Real Hacienda del Reino una nota de pedidos que había acordado el 26 de este mes. Entre otros efectos, se solicitan los vestuarios siguientes[2]:

- 2.000 uniformes completos con sus capotes.
- 800 pantalones y otras tantas camisas y chalecos.

Con el objeto de proveer de vestuario a los cuerpos que se pretende reformar, el ministro de Hacienda en escrito elevado al Presidente de la Junta Superior del Principado, circunstanciado en Ribadeo el 28 de marzo de 1811, entre otras cosas, expone:[3]

«Excmo S.r. Con fecha 24,, del corr.te me dice el S.r Comand.te Gen.l en 2º lo que copio = Para mayor economía y ventajas en las hechura de vestuarios para las tropas he determinado nombrar un oficial de intelig.ª y toda confianza q.e tome de su quenta este encargo, y con el irán los sastres q.e puedan hallarse en los cuerpos asturianos. He dispuesto también q.e para la mejor hechura de las casacas se forme un modelo al q.e deveran arreglarse los Maestros [sastres] ....»

«... se informe y diga que num.º de vestidos podra hacerse con las ciento setenta y seis piezas de paño, y v.te y quatro de grana q.e es en num.º q.e parece ha remitido el Gov.º en el supuesto de q.e la grana devera emplearse en las divisas y q.e el paño se empleara solam.te en casacas q.e no deveran ser demasiado cortas,, Lo poco que duran a los sold.s las medias de algodon, y la dificultad en estorvar q.e las vendan o pierdan me hace pensar q.e sea conven.te venificiarlos y con su producto hacer votines de lienzo q.e supliran con mucha ventaja la falta de medias [...] y lo mismo hara respecto a las Dosz.tªs trece piezas de creads de Irlanda [...] hara necesario cambiar p.r piezas de Pais p.ª de esa manera adem.s de la maior duracion en las camisas y mas en q.e se empleen se lograra tener maior num.º de varas, p.ª hacer Pantalones y chalecos como es necesario en el sup.tº de q.e el Paño se emplee solam.te en casacas como llevo dicho [...]. En su conseq.ª he disp.tº se fijase en los parages publicos de esta Villa el cartel de q.e acompaño copia p.ª conocim.tº de V.E. deviendo añadir q.e si los fardos, de Paño q.e han venido contienen como supongo 6,,∂355,, varas pueden salir 4,,∂236 casacas cortadas a la española a razon de vara y media cada una, cuia echura se podra calcular en diez r.s poco mas o menos seg.n espresa la adjunta noticia q.e me han pasado los Asentistas D.n Angel Fern.ž Casariego y D.n Josef Mart.z, mas si V.E. hallase otro medio de hacerlas con mas equidad puede tenderse con dicho Sr. Comand.te Gen.l respecto a q.e el ramo de vestuarios en uno de los q.e señalo el Gov.r deve inspeccionar V.E. Dios gu.e a V.E. ms. as, Rivadeo y marzo 28, de 1811,, Niceto Larreta.- Excmo. S.r Presid.te y voc.s de la Junta Sup.r del Prinz.dº.- Nota= Haviendo reconocido los fardos he hallado la novedad de q.e la crea se dice de Irlanda es en todo igual al caserillo como vera V.E. p.r las muestras, y equivale al genero q.e entre los comerciantes tiene el nombre de Pacaye, y p.r si ha havido alg.n equivoco pienso oficiar s.re el particular en el prim.er correo al S.r Intend.te de Galicia.»

En su vista, la Junta Superior en sesión celebrada el 31 de marzo acuerda darle la siguiente contestación:

«La Junta Sup.r se ha enterado del oficio de V.S 28,, del corr.te s.re las disposiciones del Señor Comand.te Gen.l en 2º para la aplicacion del paño, grana, caserillo, crea de Irlanda y medias de que V.S. remite muestras con la nota del costo de hechuras, y edicto fijado en esa villa el 27,, y acordo decir á V.S. que no obstante las disposiciones que ha tomado a su cargo el Comand.te Gen.l en 2º halla segun las muestras q.e en el cambio o beneficio de las creas de Irlanda lejos de las ventajas q.e se propone, se va a perder mucho por q.e ni equivalen vara por vara del lienzo mas ordinario del Pais, ni se lograra con los comerciantes el arreglo del respectivo precio por q.e sus empresas s.pe tienen por objeto las ganacias. Por lo mismo esta persuadida la Junta q.e aunq.e a mala calidad la crea sera mas conv.te y mas economica a la R.l Hacienda destinarla p.ª camisas y el caserillo p.ª forros. Por la misma razon en quanto a lo demas nada le ocurre en contrario á no ser las hechuras, que acaso fijando edictos se lograrian mas equitativas a la graduacion q.e hacen Casariego, y Martinez, bien q.e es preferible a todo la solidez del cosido y cumplido de las piezas q.e hasta aqui se ha notado, por ser cortas, angostas y mal cosidas, no tener la duración necesaria ni abrigo preciso del soldado.»

Como podrá comprobarse, para este atuendo fue elegido, como podía ser de otra manera, el paño pardo para la casaca y grana para las vueltas y demás apliques de la misma, es decir el mismo que se venía empleando desde el verano de 1808 para la confección de los vestuarios de los distintos regimientos asturianos. La crea de Irlanda (lienzo entrefino) y el caserillo (lienzo casero), que habían sido adquiridos en Galicia, al no resultar las telas más apropiadas para manufacturar casacas «cortas, angostas y mal cosidas» para los cuerpos que se proyectaba crear, fueron empleadas en la elaboración de camisas, chalecos y forros (la crea) o pantalones de verano (el caserillo). Es posible que con este uniforme fuese equipado el Regimiento "2º de Asturias", ya que en posteriores demandas de equipos para vestir a los regimientos 1º y 3º de Asturias no aparece relacionado como beneficiario de prenda alguna.

En virtud de la orden del General en Jefe del 6º Ejército, transmitida a la Junta el 28 de febrero, entre los meses de abril y julio de 1811 se crean cuatro nuevas unidades denominadas 1º, 2º y 3º de Asturias (Infantería de Línea) y Voluntarios de Asturias (Infantería Ligera) que, junto con el Provincial de Oviedo, deberían integrarse en el 6º Ejército. El 2º, al parecer, el mejor uniformado, se organiza, en el mes de julio de 1811 y es probable ―como ya se dijo― que le fuera proporcionado vestuario confeccionado con el paño y lienzo antes mencionado; el 1º, apenas organizado y con el vestuario en mal estado, se envía al Depósito de Instrucción de Lugo y el 3º, en medio de grandes carencias, se organiza en Oviedo en julio de 1811 y es enviado, sin uniforme, a La Coruña en el mes de septiembre de 1811. Se ignora donde se verificó la organización del Batallón de Infantería Ligera "Voluntarios de Asturias".

Ante esta situación, se hizo patente la necesidad de dotar a las unidades que se pretendía reformar de nuevo vestuario y equipo, pero otra vez se volvía a tropezar con los inconvenientes de 1808, aunque esta vez mucho más serios y graves por el desgaste propio de la guerra ―se habían agotado todas, absolutamente todas, las existencias―, por lo que Asturias se hallaba en la más completa indigencia, sin recursos ni dinero para poder afrontar con relativo éxito el vestido de las tropas que componían los regimientos 1º y 3º de Asturias; los Voluntarios de Asturias y el Provincial de Oviedo. Naturalmente, de nuevo se recurrió al patriotismo de los asturianos, a empréstitos de hacendados, a contribuciones ordinarias y extraordinarias de guerra pero, al no dar los resultados apetecidos, por lo exhaustas que se encontraban las arcas familiares, las cosas quedaron, si no peor, como estaban.

Parece ser, a falta de datos que lo confirme, que en Cangas de Onís existía en 1811 una pequeña factoría encargada de confeccionar los vestuarios para el 2º de Asturias y Voluntarios de Asturias.

En este tiempo, la Junta recibe constantes quejas por el estado de desnudez en que se hallan las tropas por la falta de vestuario y, sobre todo, calzado. Así, el 2 de junio de 1811 se pone en conocimiento de la Junta[4] que los regimientos 2º y 3º de Asturias, así como el de Voluntarios del mismo nombre se encuentran en un estado de indigencia tal que no pueden afrontar la compra de papel para realizar los estados de fuerza que constantemente se les pide.

El 20 de agosto de 1811 el Ministerio de Guerra pone en conocimiento de la Junta Superior de Asturias que las Cortes Generales y Extraordinarias con fecha 6 de agosto de este mismo año remite al Consejo de Regencia un proyecto, firmado en Cádiz el 20 de julio anterior, para proveer al Ejército español de 100.000 vestuarios antes del próximo invierno. Según este plan, los efectos de vestuario que corresponden a la provincia de Oviedo son los siguientes:[5]

«13.000 camisas; 6.500 casacas; 6.500 chalecos; 6.500 pantalones; 6.500 botines; 13.000 pares de zapatos; 6.500 sombreros; 6.500 corbatines y 6.500 capotes o ponchos»

El proyecto anterior quedó en una simple declaración de buenas intenciones ya que, en la práctica, resultaba imposible su cumplimiento.

La Junta Superior, en sesión del 7 de septiembre de 1811, expresa el deseo de concluir cuanto antes la construcción de vestuario para las tropas. Al día siguiente se acuerda el acopio de 3.000 pares de calzas.

La falta de calzado y vestuario que experimentaba la tropa preocupaba a la Junta Superior por lo que, dentro de los limitados recursos puestos a su alcance, intentaba arbitrar los medios necesarios para remediarla. Sobre este particular, el 12 de septiembre, según acuerdo del día anterior, resuelve comisionar a D. Antonio Carreño para que gestione en la Vega de Ribadeo la provisión de zapatos y lienzos con arreglo a las instrucciones que se le han dado, facilitándole para este fin la cantidad de 50.000 reales de los fondos destinados a vestuario. Al día siguiente (13 de septiembre) se acuerda sacar a remate en Oviedo para el día 21 de este mismo mes la confección de 25.000 pares de medias de algodón, cuya subasta debería hacerse por lotes de 200 pares cada uno[6].
El día 14 se septiembre el Comandante General en 2º de las Armas del Principado vuelve a quejarse a la Junta Superior de la falta de calzado que presentan las tropas, por lo que se dispone el envío urgente de 500 pares de zapatos de una remesa de 1.000 que acaba de llegar al puerto de Gijón procedente de Cádiz, mientras que los 500 pares restantes ―se dice― serían remitidos en breve[7].

El 3º de Asturias, tras pasar su primera revista de Comisario, verificada en el Campo de San Francisco de Oviedo el 26 de agosto de 1811, recibe orden se incorporarse al 1º de Asturias que se encuentra en La Coruña. El 17 de septiembre, el comandante accidental D. José María Prada, Sargento Mayor que fue del Regimiento de Salas, en ausencia de su Coronel, comunica a la Junta haber recibido la orden de incorporación al Regimiento 1º de Asturias pero, a continuación, manifiesta que el batallón, «al carecer los oficiales y tropa de las prendas de vestuario más perentorias no podrá emprender la marcha hacia su destino en Galicia»[8]. La Junta acuerda entregarle 6.000 reales a cuenta.

A pesar de la carencia de vestuario puesta en evidencia por el comandante accidental del batallón, se vuelve a reiterar la orden para que, en el tiempo más breve posible, dispusiera la marcha para incorporarse a su destino en Galicia, y que las prendas de uniforme, equipo y demás pertrechos le serían proporcionadas por la intendencia de La Coruña. Esto parece despejar la duda que se tenía acerca del vestuario del batallón, ya que da a entender ―por resultar lo más lógico y razonable― que éste iba a ser provisto con prendas procedentes de la ayuda británica destinadas para equipar a una parte del Ejército español en Galicia, León y Castilla, cuyo vestuario se encontraba en La Coruña desde finales de 1810 o principios de 1811.

En efecto, días más tarde el 3º de Asturias emprende la marcha hacia La Coruña, en cuya plaza le es suministrado el uniforme de procedencia británica que, más adelante, se detallará.

El 21 de septiembre de 1811 D. Felipe Fernández Castañeda, maestro de sastre, vecino de Oviedo, solicita a la Junta la devolución de doce mil trescientos diez y siete reales de la parte que aún se le adeuda por la confección del vestuario hecho en 1808 para el Regimiento de Pravia[9].

Según acuerdo de 24 de septiembre de 1811, la Junta dispone que los vestuarios que se han de entregar a las tropas deberán presentar a una cierta regularidad y uniformidad todos aquellos que correspondan a un mismo cuerpo. Sobre este particular, la Junta dispone que [los cuerpos] se entenderán directamente con el Comandante General[10]. Este mismo día aún no habían sido entregados los zapatos solicitados por el citado comandante. Cuatro días más tarde (el 28 se septiembre), el general Abadía da instrucciones a los comisionados encargados del vestuario que se está haciendo en la ciudad de Oviedo en las que, entre otras cosas, dice: "Tendrían que tomar razón de los generos de vestuario, y de las diferentes piezas, saber donde se hallaban para hacerse cargo de ellas, de q.e operarios podian fiarse, los sugetos a quienes deberian recurrir para los ajustes, y otros pormenores indispensables encargos"[11]

El 9 de octubre de 1811[12] se da a conocer en la Junta la orden del Comandante General del 6º Ejército para que los uniformes que se están haciendo para el 2º de Asturias y Voluntarios de Asturias se destinen a las tropas de la 1ª división del citado Ejército en Galicia. La Junta acuerda, siempre que haya seguridad que los Voluntarios y 2º de Asturias se vistan en aquel reino, entregar los uniformes solicitados.

En sesión del 22 de octubre de 1811 se acuerda pasar orden a los comisionados de vestuario para que dispongan se traslade a Gijón todos los que se hallen concluidos, al igual que los zapatos que se puedan suministrar y se almacenen en el General de aquella villa al cargo de D. Manuel Cortina[13]. A tal fin, al día siguiente se dispone el traslado a Gijón de todos los vestuarios y zapatos concluidos que, según estaba ordenado, quedan almacenados en esta villa a la espera de su posterior envío a Galicia[14].

En la sesión de la Junta celebrada el 28 de octubre de 1811, D. Miguel Martínez, comisionado de vestuario, presenta una muestra de paño de calzas por si se consideraba a propósito para la confección de capotes. Se acuerda que dicho comisionado disponga la confección de un capote para presentarlo como muestra a la Junta[15].

En los últimos días del mes de octubre, encontrándose en La Coruña, el Regimiento 3º de Asturias, recibe la orden de embarcar para América y que el destino del regimiento ―a partir de ahora denominado Batallón Expedicionario de Asturias― sería Nueva España. El embarque se verifica en el puerto coruñés el 5 de noviembre, zarpando acto seguido hacia Vigo y, desde aquí, el día 15 del mismo mes se hace a la mar con derrotero a su nuevo destino en Veracruz (Méjico), a donde arriba el 14 de enero de 1812.

En días previos al embarque le son proporcionadas por la Intendencia de La Coruña las prendas de uniforme de origen británico que se describen:

«... casacas pardas con los galones de la compañía respectiva, pantalón del mismo color, chaleco blanco de paño, camisa blanca también, medio botín de paño negro, alto morrión, igualmente negro, amplia mochila [..] y una oficialidad [...] con uniformes de gala a la europea.»[16]

Por otra parte, se presenta el dilema sobre cuál sería el color de la divisa (cuello y vueltas de la casaca) del uniforme detallado anteriormente; si ésta era del mismo color que el paño de la prenda o, por el contrario, si de diferente tonalidad (azul o rojo). Queda, pues, en el aire la incógnita cromática.
Por las piezas recuperadas tras las prospecciones realizadas en áreas de Florida (EE.UU.), todo parece indicar que algunos botones que llevaban los uniformes de las distintas unidades españolas que fueron enviadas a Nueva España entre los años 1811 y 1818, eran de manufactura británica, planos, de latón, con la efigie en relieve de un león rampante, sosteniendo entre sus garras una pequeña corona de laurel con el anagrama "F.º/VII" (en dos líneas). También, en la misma zona, se localizaron botones planos, en los que figura grabada la cifra "F.º 7.º" coronada. Los primeros se fabricaron en Londres por Charles Jennens y los segundos, también en Londres, por la firma London's Nutting & Son. De este último modelo de botón existieron otras variantes en peltre, con la cifra F.º 7.º, en relieve, bajo la corona real española o británica, construidos por J. McGowan, de Gerrard Street, en Londres.

Ante las reiteradas quejas del Comandante General de Asturias motivadas por la acuciante necesidad de calzado en que se encuentran las tropas, el 8 de noviembre de 1811 la Junta expresa que la entrega de los 3.000 pares zapatos que habían sido encargados en la Vega de Ribadeo estará concluida el próximo día 13. Con fecha 10 de noviembre, la Junta comunica al general Losada que ha comisionado a D. Miguel Martínez para verificar en Castropol o la Vega de Ribadeo el encargo de construir 1.000 pares de zapatos de la mejor calidad, o comprarlos en el caso de que se encuentren ya terminados. El comisionado de vestuario comunica a la Junta, en sesión celebrada el 27 de noviembre, que ha remitido ayer, día 26, quinientos pares de zapatos herrados y que está preparando otra remesa para fin de este mismo mes[17].

El 3 de diciembre de 1811 se anuncia la llegada de una remesa de 2.412 pares de zapatos, recibidos en Castropol a bordo del buque corsario Pecado de Adán, de los cuales se enviaron al Cuartel General 2.358 pares[18]. El día siguiente (4 de diciembre) se da a conocer en la Junta un escrito del general Llano Ponte en el que manifiesta la necesidad de zapatos y vestuarios para las tropas de la línea del Navia y las de Salime. Se acordó contestarle que los zapatos se enviarán al Comandante General y, en cuanto al vestuario, los únicos efectos que se salvaron están en la parte oriental de la provincia sin que se sepa, hasta ahora, cual es el destino que se les ha dado[19]

Como consecuencia del arreglo sufrido por el 3º de Asturias y posterior salida para Nueva España del Batallón Expedicionario, D Juan González Cienfuegos, coronel del expresado cuerpo ―que ahora presenta un cuadro de 216 efectivos[20]―, solicita a la Junta zapatos para la tropa del cuadro que regresa a Asturias, cuya petición se da a conocer en sesión celebrada el 14 de diciembre de 1811[21].

Urgiendo la extrema necesidad de zapatos para calzar a las tropas, la Junta se ve impulsada a comisionar el 18 de noviembre de 1811 a D. José Saavedra, vocal de la misma, para que, en unión de D. Miguel Antonio Martínez, acuda a la Vega de Ribadeo a inspeccionar los que ya estén concluidos, y «siendo de calidad y duración apronten el número de dos mil, que se han de entregar tachuelados y serán conducidos con brevedad por Salime al Cuartel General, sin perjuicio que siga la contrata en los términos propuestos para los 1.500 que igualmente serán conducidos por remesas al mismo punto"[22]. El 19 de noviembre manifiesta que los 3.000 pares de zapatos estarán pronto listos y se enviarán últimamente al Comandante General.

El 24 de noviembre la Junta ordena la entrega a D. Francisco González Miranda, capitán del 1º de Asturias, dieciséis pares de zapatos para la partida que tiene a sus órdenes[23].

Según comunicación, fechada en Figueras el 1º de diciembre de 1811, «... los zapatos que tiene dispuestos salgan al Exercito el día de mañana deben de llevar la dirección que se ha indicado. Y en cuanto a los Botones que se han encargado en el Ferrol para los Voluntarios de Asturias contestara Vmd. a los Rodriguez de Gixon que avisen a su corresponsal en aquel Departamento que los conserve en su poder hasta nueva orden»[24]. Dos días más tarde se ordena el acopio, mediante contrata, de 6.000 pares de zapatos, incluso los que ya estén concluidos[25].

El 10 de diciembre de 1811 el coronel del 3º de Asturias comunica a la Junta que se halla sobre la villa de Navia, al tiempo que reitera la solicitud de cuarenta pares de zapatos para igual número de soldados. La Junta, ahora establecida en Figueras, contesta al día siguiente que ha quedado enterada de la llegada del cuadro del regimiento a Navia y promete a su coronel que le proporcionará el calzado solicitado[26].

El 14 de diciembre, la Junta cursa orden a los comisionados de vestuario para que dispongan bandos con el objeto que se entregue a D. Manuel Marinas, sargento mayor del 3º de Asturias, bajo las formalidades correspondientes los 217[27] pares de zapatos que su coronel dice necesitar para calzar a los individuos del citado regimiento. Asimismo, la Junta en comunicación remitida al coronel D. Juan de Cienfuegos, fechada en Figueras este mismo día (14 de diciembre), pone en su conocimiento que ha dado la orden a los comisionados de vestuario para que entreguen al sargento mayor los 216 pares de zapatos necesarios para calzar a los individuos de su regimiento[28].

Como quiera que el vestuario (de color pardo y gruesa tela) no era el más adecuado para el clima tropical, el 15 de enero de 1812 (un día después de su arribo a Veracruz) el gobernador de la provincia hace entrega al nuevo comandante del Batallón Expedicionario de Asturias, el teniente coronel de Caballería D. Juan de Cándano, de uniformes del Batallón Fijo de Veracruz para ser repartidos entre los componentes del Asturias[29]. Este uniforme constaba de casaca azul celeste, con collarín del mismo color, solapa y vueltas encarnadas, vivos opuestos, botón y pantalón (de lienzo) blancos y sombrero redondo[30]. Para dar escolta a los largos convoyes utilizaban el sombrero de estera, con una cinta de sarga negra en todo el contorno de la copa.

Debido a la precaria situación en que se hallaba la Nación, no quedaba más remedio que acudir de nuevo a Gran Bretaña en demanda de vestuarios y pertrechos para equipar a los infantes españoles, por lo que, el 12 de diciembre de 1811 se aprueba un nuevo Reglamento sobre indumentaria para dotar a los cuerpos de Infantería de un uniforme único, de estilo ingles, con pequeñas diferencias de detalle entre unos y otros.

El 22 de febrero de 1812 el Jefe de Estado Mayor del 6º Ejército solicita a la Junta 4.000 camisas para los regimientos de Oviedo, 2º de Asturias y Batallón Voluntarios de Asturias. El 29 del mismo mes se contesta que resulta imposible poder cumplir el encargo[31].

Al fin, aunque escasos, se van recibiendo de Gran Bretaña vestuarios para equipar a las unidades gallegas y asturianas. Al 2º de Asturias le fueron proporcionados zapatos y capotes pardos con lo que se pudo, en parte, paliar la extrema desnudez en que se encontraban sus componentes y en 1812 recibe de los depósitos de La Coruña 800 casacas y otros tantos pantalones de paño de color azul, camisas, zapatos y capotes de color gris, todo ello de origen británico.

Mientras ocurrían estas cosas con los uniformes de los regimientos del 6º Ejército (después 4º), los restantes cuerpos asturianos que integraban la 3ª división del 4º Ejército (más tarde 3º) que operaba en Andalucía, a pesar de estar próximos a depósitos de suministros británicos procedentes de Cádiz, escasas fueron las veces en que, desgraciadamente, se veían favorecidos con las más elementales prendas de vestuario que pudieran mitigar, en algunos casos, su desnudez. Las unidades que constituían esta división, que seguía mandando Ballesteros, eran los formidables y abnegados regimientos de Infantería de Línea de Castropol, Cangas de Tineo, Lena, Pravia, Infiesto, más el batallón de Infantería Ligera de Barbastro.

El 24 de junio de 1812 el Regimiento de Castropol recibe en Algeciras un nuevo vestuario, confeccionado en Inglaterra, de color azul celeste, con vueltas, collarín, forro y vivos de color negro[32]. En la revista de inspección pasada por el duque del Parque en el Cuartel General de Jaén el 8 de abril de 1813 a los diversos cuerpos del 3º Ejército, el estado del vestuario del Regimiento de Castropol, además de faltarle para su completo 290 morriones, 178 casacas, 187 pantalones, 223 pares de botines y 333 capotes, se considera mediano. El vestuario de los regimientos de Cangas de Tineo, Infiesto y Lena, se encontraba en el más deplorable estado de uso, por cuyo motivo los de Tineo e Infiesto son enviados a Granada con el objeto de equiparse, mientras que el de Lena, a pesar del grado de deterioro en que se encuentra, se mantiene gracias al esfuerzo de todos sus hombres para mantenerlo en uso.

En las revistas de inspección pasadas en Tudela de Navarra los días 1º y 15 de octubre de 1813, el Regimiento de Cangas de Tineo se halla, aunque incompleto de prendas menores (camisas y zapatos), vestido de nuevo; el de Infiesto tiene vestidas las compañías de Cazadores y Granaderos al completo, mientras que el resto del batallón, que se encuentra sin vestuario, sólo ha recibido el centro (pantalones) de lienzo; el vestuario del Regimiento de Castropol, recibido hace 16 meses (en junio de 1812), se halla completamente destruido y el Regimiento de Lena marcha a la ciudad de Jaén para recibir su vestuario. Asimismo, en las revistas pasadas durante el bloqueo de Pamplona, entre el 1º y 23 de noviembre de 1813, el vestuario del Regimiento de Cangas de Tineo se encuentra en buen estado; el de Infiesto acaba de recibir nuevo vestuario; el de Castropol continúa, después de 17 meses de uso, con vestuario completamente destruido, mientras que el de Lena ya ha recibido el suyo en Jaén. Siguen adoleciendo los distintos cuerpos la falta de camisas y zapatos. Para paliar en parte la falta de calzado que tiene el 3º Ejército, el Intendente de la provincia de Aragón les proporciona 1.555 pares de alpargatas y 2.655 pares de zapatos.

En las revistas pasadas en Borja los días 15 y 31 de enero de 1814, el Regimiento de Castropol sigue con su vestuario del todo inutilizado; al de Infiesto ahora le faltan algunas prendas para su completo; los de Cangas de Tineo y Lena lo tienen en muy buen estado, aunque sigue siendo enorme la necesidad de calzado.

El 8 de abril de 1814, encontrándose en Pasajes, el Regimiento de Castropol es vestido con el siguiente uniforme: «casaca azul turquí, cuello y vuelta encarnada, vivo y forro blanco, con portezuela en la vuelta y botón dorado; pantalón azul turquí, botín negro y morrión con escudo»[33]. En el Estado Militar de España de 1815, que recoge los uniformes en uso desde 1814, aparece descrito el uniforme anterior en los términos siguientes: «Casaca y pantalón azules; cuello y vuelta encarnados, sin solapa; vivo y otro pantalón blancos; botón dorado, botín negro, capote gris y morrión»[34].

El regimiento de Cangas de Tineo en este mismo año de 1814, vestía «casaca y pantalón pardos; cuello, vivos y portezuela pajizos; solapa y vuelta verdes; otro pantalón blanco, botín negro, capote gris, morrión; botón dorado»[35]

El Regimiento de Lena lucía «casaca, pantalón y capote pardos; cuello encarnado; solapa y vuelta celestes; vivo blanco, botón dorado, botín negro y morrión»[36]

Por último, el uniforme del Regimiento de Pravia consistía en «casaca y pantalón azul turquí; cuello, vuelta, barras y vivo encarnados; forro y botón blancos; sin solapas pero con carteras a la española»[37]

Desgraciadamente, no tenemos referencia ni constancia documental alguna sobre el color y demás detalles del uniforme vestido por los componentes del Regimiento de Infiesto desde 1811 hasta su disolución en 1814[38]. Entre el 25 de enero y 31 de marzo de 1813, se tiene constancia de la marcha del Regimiento de Infiesto para la ciudad de Córdoba con el objeto de recoger su vestuario[39]. Por diferentes estados de revista se sabe que le fueron suministradas diversas prendas de lienzo, tales como chaquetas (de fatiga) y pantalones, pero nada más.

Durante los años 1813-1815 los cuatro regimientos asturianos ―con la excepción del 3º de Asturias que se encontraba en Veracruz (Méjico)― integrados en la orgánica del 6º Ejército, esto es, 1º y 2º de Asturias, Voluntarios de Asturias y Provincial de Oviedo, aparecen uniformados convenientemente con vestuarios procedentes de una remesa de Gran Bretaña recibida en La Coruña a mediados de 1812.

Respecto a los vestuarios anteriores se dictó una orden en la que se expresa que no se haga modificación alguna en los mismos hasta que el mando lo disponga. Por Orden General del 6º Ejército, dada en Lugo el 24 de enero de 1813, «... cada cuerpo ha de poner en el cuello de las casacas los distintivos que se muestran por el modelo adjunto.»[40].

Según la orden precedente, los regimientos cuyos uniformes tuviesen cuello de color celeste deberían poner en el mismo, conforme al modelo, los siguientes distintivos:

1º de Asturias: dos ojales amarillos o barretas verticales.
Voluntarios de Asturias: dos ojales blancos o barretas horizontales.
Oviedo: un triángulo [pajizo] como indica el modelo.

Sin embargo, el 2º de Asturias, que también lucía cuello celeste, no aparece citado en la Orden General del 6º Ejército, por lo que se infiere seguiría sin ostentar distintivo alguno.
Asimismo, se recomendaba acuñar botones para la oficialidad con el nombre de los respectivos regimientos.

El 1º de Asturias vestía «casaca y pantalón azul turquí; cuello, vuelta [y barras de los faldones] celestes; vivo encarnado, botón dorado y, a ambos extremos del cuello, dos cintas doradas [ojales] verticales»[41]. El botón, según un ejemplar que forma parte de los fondos de un coleccionista leonés, lleva la inscripción: 1º / DE / ASTURIAS (en tres líneas).

El 2º de Asturias «casaca y pantalón azul turquí; cuello [y barras de los faldones] celeste; vuelta y vivo encarnados; botón dorado». En el botón, lógicamente debería figurar (en tres líneas), la inscripción: 2º / DE / ASTURIAS.

El de Voluntarios de Asturias «casaca y pantalón azul turquí; cuello y vuelta celestes; [chaleco, barras de los faldones], vivos y botón blancos». El botón debería llevar la inscripción: VOLUNT.s / DE / ASTURIAS (también en tres líneas).

Por último, el Provincial de Oviedo «casaca y pantalón azul turquí; cuello, vuelta [vivos y barras de los faldones] celestes [chaleco blanco]; botón dorado y un triángulo pajizo en el cuello». El botón, al igual que los anteriores, debería llevar la inscripción: «OVIEDO» [en una sola línea].

He aquí todo lo que, por el momento, se ha podido recopilar y que, por lo tanto, se puede ofrecer sobre la indumentaria militar usada por los valerosos regimientos asturianos durante la Guerra de la Independencia.

[1] La orden fue dada a conocer por la Junta en sesión celebrada en Mohías el 3 de marzo (A.H.A, libro 129).
[2] A.H.A., libro 129, f. 31 vtª.
[3] Dado a conocer en sesión celebrada el 31 de marzo del 1811 (A.H.A., libro 129)
[4] La problemática fue debatida por la Junta en sesión del 7 de junio, manifestando que ya había librado 20.000 reales para el 1º de Asturias (A.H.A., libro 129).
[5] A.H.A., libro 51
[6] Copias de los oficios pasados a la Junta, del 21 de agosto de 1811 hasta el 31 de marzo de 1812 (A.H.A., libro 50, mes de septiembre, ff. 50, 50 vtª, 55 vtª).
[7] A.H.A., libro 50, ff. 55 vtª, 59 vtª y 60. Es posible que estos zapatos, recibidos de Cádiz, procedan de alguna remesa británica.
[8] A.H.A., libro 50, f. 67.
[9] A.H.A., libro 51, f. 55.
[10] A.H.A., libro 50, mes de septiembre, f. 83 vtª.
[11] Idem, ff. 93 vtº y 94.
[12] A.H.A., libro 130.
[13] Idem, f. 38.
[14] A.H.A., libro 50.
[15] A.H.A., libro 130, mes de octubre, f. 47 vtª.
[16] DOMÍNGUEZ LOYO, Miguel: El Batallón Expedicionario Asturias y su Comandante Don Juan de Cándano. Episodios de la Guerra de Independencia, Editorial Citlaltepetl, México, 1962, pág. 6.
[17]A.H.A., mes de noviembre, f. 18
[18] Idem, mes de diciembre, ff. 6 vtº y 8.
[19] Idem, f. 24 vtª.
[20] Este cuadro, formado por 216 efectivos, lo componían los excedentes del regimiento que, tras quedar arreglado en La Coruña bajo el pie de batallón en días previos a su embarque (5 de noviembre de 1811) con destino a Nueva España, había regresado de nuevo a Asturias. En efecto, esto ha ocurrido así, ya que de los 851 hombres que originariamente presentaba el estado de fuerza del 3º de Asturias, tras su reforma, quedó ―como ya se dijo― reducido a un único batallón de a seis compañías, con unos efectivos que totalizaban los 635 hombres (ver DOMÍNGUEZ LOYO: El Batallón Asturias... México, 1962, pág. 9).
[21] A.H.A., libro 130, f. 36 vtª.
[22] A.H.A., libro 50, mes de noviembre de 1811, f. 18.
[23] A.H.A., idem, f. 36 vtª.
[24] A.H.A., libro 50, mes de diciembre, f. 3.
[25] A.H.A., idem, f. 8.
[26] A.H.A., idem, f. 20 vtª.
[27] En la transcripción de la orden cursada a los comisionados de vestuario, copiada en el cuaderno de oficios pasados a la Junta (A.H.A., libro 50), aparece consignada, por error, la cifra de 217 pares, cuando en realidad debería figurar la cantidad de 216, que es el número exacto de individuos que tenía el cuadro y así aparece reflejada en la comunicación remitida al coronel del 3º de Asturias con la misma fecha.
[28] A.H.A., idem, ff. 24 vtª y 25.
[29] DOMÍNGUEZ LOYO, ob. cit. pág, 13.
[30] Estado Militar de España. Año 1815.
[31] A.H.A., libro 130, f. 41 vtª.
[32] Relación histórica ....., ob. cit.
[33] Idem, ob. cit.
[34] MANZANO LAHOZ, Antonio y Luis GRÁVALOS GONZÁLEZ: Los uniformes del Estado Militar de España del año 1815, Aldaba Ediciones, Madrid, 1993.
[35] MANZANO y GRÁVALOS, Estado Militar 1815, ob. cit.
[36] Idem, ob. cit.
[37] Idem, ob. cit.
[38] Disuelto por R.O. en Algeciras (Cádiz) el 24 de agosto de 1814.
[39] AHN. Diversos-Colecciones. 202.N.58
[40] Libro de órdenes del 6º Ejército que da principio en 4 de julio de 1812 (AHN, Diversos, Colecciones, Gobierno, leg. 126 ó 127). El dato fue ofrecido por gentileza de D. Luis Sorando (vía D. Juan José Sañudo).
[41] Estado Militar de España. Año de 1815, ob. cit.

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